viernes, 3 de enero de 2014

De la revolución del Parque al “Megacanje”


   En 1866 ya esbozaba Sarmiento “que cada argentino nace debiendo más de lo que pesa, en plata” En 1884 la deuda del país era de 42.600.000 libras, mientras que en 1891, la deuda tanto nacional y provincial junto a las obligaciones municipales ascendía a 154.500.000 libras. En Septiembre de 1889 se creo la Unión Cívica, formada por aquellos opositores al unicato encarnado por Juárez Celman, que incluía un abanico sumamente heterogéneo de personajes que iban desde el mitrismo, hasta los católicos reaccionarios contra la política anticlerical y laica de Roca y su cuñado. Este grupo que culminaría lanzando una revolución en 1890 levantaba las banderas de la lucha contra la corrupción, contra el fraude electoral y el roquismo.

Ese movimiento reaccionario surgió como consecuencia de la oligarquía intermediaria de esos años, entre quienes Victorino de la Plaza se destacaba como figura siendo consejero de importantes casas de Europa para la realización de operaciones de crédito. Él mismo recibía como comisión un porcentaje de lo que percibieran los bancos europeos en las operaciones crediticias con la República Argentina. Así pues cuanto mayores fueran las ganancias de los banqueros internacionales, es decir mayor el monto de la deuda argentina, mayores serían las comisiones de los intermediarios locales. Por esos años, la consecuencia de la sociedad entre banqueros europeos e intermediarios argentinos fue el fuerte endeudamiento del país y la imposibilidad de pagar las deudas.

En la actualidad, el Juez Federal Ramos procesó a ex funcionarios y asesores de Domingo Cavallo por la intervención realizada en el conocido “Megacanje” de 2001. Uno de ellos es Federico Sturzenegger, quien actualmente se desempeña como diputado nacional por el PRO y quien fuera secretario de Política Económica del Ministerio en el momento de la negociación. A dichos funcionarios se los procesó por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública, al haber favorecido a un consorcio de bancos quienes cobraron comisiones millonarias, dando como resultado un incremento sideral de los intereses y el monto del capital adeudado por la Argentina arrojando según expertos un aumento de la deuda en torno a los u$s 53.000 millones.(1)

Todo esto decantaría en la crisis del 2001 con la consecuente renuncia de De la Rua, al igual que lo hiciera su par Juárez Celman hacia finales del siglo XIX. Resulta sugestivo como la UCR, que surgió de las entrañas de la Revolución del Parque oponiéndose al régimen de un cordobés liberal como Juárez Celman, poco más de 100 años después, en manos de otro cordobés, haya perpetrado la misma política contra la cual levantaron originalmente sus banderas de lucha.


Ya lo mencionaba Marx al comienzo de El dieciocho brumario de Luis Bonaparte:  Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.”