viernes, 3 de enero de 2014
De la revolución del Parque al “Megacanje”
Ese
movimiento reaccionario surgió como consecuencia de la oligarquía intermediaria
de esos años, entre quienes Victorino de la Plaza se destacaba como figura
siendo consejero de importantes casas de Europa para la realización de
operaciones de crédito. Él mismo recibía como comisión un porcentaje de lo que
percibieran los bancos europeos en las operaciones crediticias con la República
Argentina. Así pues cuanto mayores fueran las ganancias de los banqueros
internacionales, es decir mayor el monto de la deuda argentina, mayores serían
las comisiones de los intermediarios locales. Por esos años, la consecuencia de
la sociedad entre banqueros europeos e intermediarios argentinos fue el fuerte
endeudamiento del país y la imposibilidad de pagar las deudas.
En la actualidad, el Juez Federal Ramos procesó a ex funcionarios y asesores de
Domingo Cavallo por la intervención realizada en el conocido “Megacanje” de
2001. Uno de ellos es Federico Sturzenegger, quien actualmente se desempeña
como diputado nacional por el PRO y quien fuera secretario de Política
Económica del Ministerio en el momento de la negociación. A dichos funcionarios
se los procesó por el delito de negociaciones incompatibles con la función
pública, al haber favorecido a un consorcio de bancos quienes cobraron
comisiones millonarias, dando como resultado un incremento sideral de los
intereses y el monto del capital adeudado por la Argentina arrojando según
expertos un aumento de la deuda en torno a los u$s 53.000 millones.(1)
Todo
esto decantaría en la crisis del 2001 con la consecuente renuncia de De la Rua,
al igual que lo hiciera su par Juárez Celman hacia finales del siglo XIX. Resulta
sugestivo como la UCR, que surgió de las entrañas de la Revolución del Parque
oponiéndose al régimen de un cordobés liberal como Juárez Celman, poco más de
100 años después, en manos de otro cordobés, haya perpetrado la misma política
contra la cual levantaron originalmente sus banderas de lucha.
Ya lo mencionaba Marx al
comienzo de El dieciocho brumario
de Luis Bonaparte: “Hegel dice en alguna parte que todos los
grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si
dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la
otra como farsa.”
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impecable lo suyo Comandante.
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