sábado, 14 de mayo de 2011

¡Es la Encuesta, estúpido! (Parte II)

Continuación de ¡Es la encuesta, Estúpido! (Parte I)








Con Pino de lleno en la contienda porteña y a una semana de lanzada la campaña de Mauricio Macri para la reelección, el sube y baja de la oposición parece ir alcanzando definiciones de cara a la elección nacional.


Ante este nuevo escenario político, los sobrevivientes rumbo a Octubre, cada vez que dicen que sus equipos técnicos se encuentran buscando acuerdos programáticos con actores de otras fuerzas políticas, en realidad se encuentran haciendo números para ver que alianza mide mejor.
Es así que, para la sorpresa de muchos, Alfonsín Jr. se encuentra acercando posiciones con De Narváez para seguir construyendo la alternativa ¿progresista? al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin dudas, Francisco logró hacerle creer a Alfonsín que él es la pata peronista que le hace falta a la U.C.R. sin importar la ruptura con el GEN y el Socialismo en la provincia de Buenos Aires. Sólo un radical podría creer que De Narváez es peronista y progresista, pero todo sea por sumar uno o dos puntitos en las encuestas y así poder soñar con la ansiada segunda vuelta sin necesidad de armar una plataforma de gobierno seria, lo que permite que los equipos técnicos se encuentren de lleno abocados a sus principales tareas, realizar encuestas telefónicas.



Mientras, Ricardito se retiró a una clínica Adventista para dejar de fumar, debido al agotamiento de la campaña, esperando renovar energías en un Spa. Jr. no midió en las encuestas que para ser candidato a presidente hace falta trabajar y no alcanza con ser “el hijo de”.


Aprovechando este tiempo libre de humo y negociaciones de Ricardito, y con los nuevos sondeos de opinión pública obtenidos gracias a todas las líneas de teléfono permanentemente ocupadas de los equipos de trabajo de ambas fuerzas, Francisco se reunió con Mauricio y no quiere ser el único que tenga de competidor a un Scioli. Aprovechando los desencuentros con el hijo de Franco apoyó el desembarco de Pepe Scioli , el hermano de Daniel, en la ciudad. Sin dudas esta aventura durará lo que tarde Mauricio en colocar a su primo Jorge Macri en las listas del colorado y ver si juntos pueden hacer que Gabriela Michetti de el salto a la vicepresidencia.


Ante el sin fin de números que circulan día a día, tal vez por conveniencia o tal vez por imposibilidad fáctica, los sectores de la oposición no han podido construir un programa de trabajo que abarque las propuestas de los distintos conglomerados políticos que se perfilan a Octubre. La incoherencia opositora podría llevarnos al punto de tener como foto de campaña a Binner, Alfonsín y De Narvaez (nombrados de izquierda a derecha de acuerdo a su ubicación en la imagen claro está) Sin embargo parece ser que lo único que resta es el visto bueno de un estadista con experiencia en este tipo de armados políticos, es así que al cierre de esta nota la bendición de Fernando de la Rua estaría al caer.










lunes, 9 de mayo de 2011

¡Es la Encuesta, estúpido! (Parte I)

Caer en la autoreferencia es de un mal gusto solamente comparable con los colores que eligió el PRO para “renovarse”. Por tal motivo, exonerado de culpa y cargo debo decir que un mes atrás en la “Unión Mediocrática” ya decía que desde la oposición la búsqueda de un solo candidato opositor no era mas que una excusa para que varios precandidatos se bajen de la carrera presidencial ya que carecían de apoyo popular.
A poco mas de treinta días en el tren por la carrera presidencial, más de uno se bajó cuando el guarda anunció “Próxima Estación Buenos Aires” para evitar descarrilar en un Octubre de horizonte oscuro. Primero fue el turno de Pino Solanas, quien conociendo sus limitaciones programáticas y representante, una vez más, del oportunismo de una izquierda porteña insípida que en la Argentina nunca se ocupó de construir propuestas serias, optó por la Ciudad de Buenos Aires donde no habría tanta “baja calidad de votos” como en Salta conforme sus propios dichos.
Después de Pino, llegó el turno de Mauricio, quien reprodujo en los colores del PRO su concepción circense de la política, y en un intento frustrado de fiesta popular (faltó lo popular y la fiesta) sólo se vieron caras sonrientes en los globos que marcaron el cotillon de la jornada, quizás el único acierto de Duran Barba.

En este escenario los grandes perdedores, mas allá de Mauricio y Pino, son los porteños, considerados ciudadanos de segunda para estos demócratas y víctimas de las encuestas. Es que, aquellos que viven en la Ciudad de Buenos Aires, deben tener en claro que El PRO y Proyecto Sur nacieron de una falacia nominativa, carecen de propuestas y de proyectos, ambos amparados en dos figurines que en el imaginario colectivo han sabido ser Diputados, candidatos a Jefe de Gobierno y cuanta otra oferta electoral haga falta cubrir en construcciones políticas tan ineficaces como personalistas. Total en la Encuestocracia se siguen midiendo personas y no ideas. Continuará...